martes, 10 de noviembre de 2009



Estamos en 1966 y la City londinense dicta tendencias al mundo entero. Los jóvenes ingleses llevan años de lucha en busca de una independencia que vaya mucho más allá de las estrictas normas de vida que sus padres les imponen, copiadas de las que ellos mismos tuvieron que padecer. Beatles y Stones están en la cima con discos como Revólver y Aftermath. Un nuevo grupo, The Who, cala hondo entre los mods ingleses que han adoptado una de sus canciones My Generation como himno. La que va a ser la cara más famosa del mundo, Lesley Hornby, toma ese mismo año el alias de Twiggy (algo así como briznilla, hebra o filamento) con el que va a darse a conocer internacionalmente. Acaba de cumplir los 17, pesa 40 kilos y mide 1,69. Un físico que estaba a años luz de cualquier aspirante a supermodelo. Sin embargo, esta "cosita de nada", como a ella todavía le gusta definirse, se convirtió en un fenómeno mundial que empezó a cobrar cifras astronómicas; incluso muy por encima de su antecesora en el trono, Jean Shrimpton, llamada The shrimp (La gamba). Twiggy, una jovencita que la admiraba hasta llegar a empapelar su habitación con sus fotos, le arrebató el puesto, y es que, ya se sabe, la cima es un lugar minúsculo imposible de compartir.

No hay comentarios: